martes, 21 de abril de 2009

A FONTE DA PLATA



Hace años ya que la niñez se quedó atrás. Sin embargo los buenos recuerdos de aquella época se reviven frecuentemente . Las mujeres maravillosas de aquellos años , no tenian a su alcance la comodidad de los eléctrodomesticos actuales , así que a la hora de la colada tocaba el lavadero del pozo mas cercano , que no estaba al alcance de todas , o bien el arroyo de Pumares o nuestro querido río Sil . Las que vivían en Outeiro , tenían la suerte de tener cerca las aguas templadas de la Fuente de la Plata situada en camino que nos lleva hacia la iglesia , aguas que aún hoy en día se pueden degustar . En las charcas que se usaban para regar las huertas ,que hoy en día , que pena , no existen o están ocultas , nuestras queridas mujeres que llegaban hasta allí con la tina en la cabeza y la tabla de frotar la ropa apoyada en la cadera se ponían a restregar la ropa , para luego ponerla al clareo mientras se contaban unas a otras las últimas novedades de los acontecimientos de San Clodio y su zona e incluso los mundiales.
Se merecen el homenaje de todos los que lo vivimos y también , como no , de aquellos que oigan o lean lo que relatamos y escribimos .

Foto de Antonio vidal

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Graciñas por milésima vez Pablo, nótase que te estás poñendo o día co ordenador, anda que que quedan lexos os tempos nos que se lavaba a man e en grupo, soio de pensar nestas tecnoloxías que temos agora e que avanzan ta depresa parece que algunhas cousas sucederon na historia primitiva e a verdade ainda son recordos bastante recentes.
Un bico

Roque Soto dijo...

Aínda teño na miña memoria a visión das mulleres cara ao rio coas bancas apoiadas nas cadeiras e as baldetas cheas de roupa enriba da cabeza. Cantos traballos levaron as nosas avoas e nais, como esas que aparecen retratadas polo Antonio Vidal en plena faena.
O meu máis sentido recordo para todas con estas estrofas de Tito Fernández El Temucano:
A artesa onde lava,
a muller proletaria,
a voz húmida e clara cántame desde a auga
correndo polas veas
da muller do pobo vai rompendo cadeas
e construíndo soños.